Cirugía mayor y reducción del riesgo de TEV

hombre mayor en la cama de un hospital firmando para someterse a una cirugía

¿Por qué una cirugía ortopédica mayor aumenta el riesgo de coágulos?

Un coágulo sanguíneo puede complicar la recuperación después de una cirugía ortopédica importante, como la implantación de una prótesis de rodilla o una cirugía por fractura de cadera.

Los pacientes ortopédicos tienen más probabilidades de desarrollar coágulos debido a lo siguiente:

  • Coagulación sanguínea alrededor del tejido y la lesión ósea
  • Lesión en la vena sanguínea
  • Capacidad de movimiento limitada

¿Cómo puedo reducir mis riesgos durante una cirugía ortopédica mayor y después de esta?

  • Siga moviéndose.

    Muévase todo lo posible después de la intervención quirúrgica y practique ejercicio según las indicaciones del profesional de la salud para mejorar el flujo sanguíneo.

  • Hable sobre la medicación.

    Consulte al profesional de la salud para averiguar si debe considerar el uso de *anticoagulantes tras la cirugía.

  • Beba agua.

    Mantenga la hidratación, especialmente si está inmóvil.

  • Considere la compresión.

    Utilice medias de compresión graduadas si lo recomienda el profesional de la salud. Infórmese sobre los dispositivos de compresión con masajes si debe permanecer en posición horizontal durante largos períodos de tiempo.

  • Conozca los síntomas.

    Aprenda a reconocer los síntomas de un coágulo peligroso y avise si observa algo que le preocupa.

Conozca su riesgo de tener un coágulo potencialmente peligroso

Un coágulo sanguíneo puede afectar a cualquiera, pero algunas personas presentan un mayor riesgo. Si se encuentra en uno o varios de estos grupos especiales de riesgo, es importante que aprenda a reducir los riesgos.
(*Algunos medicamentos se denominan habitualmente anticoagulantes porque pueden ayudar a reducir la formación de coágulos de sangre. Existen tres tipos principales de anticoagulantes que los pacientes suelen tomar: anticoagulantes como warfarina o heparina, antiagregantes plaquetarios como la aspirina y fibrinolíticos como el activador tisular del plasminógeno (tPA). Cada tipo de medicamento tiene una función específica para impedir la formación de coágulos de sangre o de obstrucción de vasos sanguíneos, ataque al corazón o derrame cerebral).